Cada 8 de diciembre, la noche se ilumina con la fe y la devoción de miles de familias que, al encender velitas, honran a la Virgen de la Inmaculada Concepción. Es un momento mágico que marca el inicio de la Navidad y nos llena de esperanza. Este año, queremos hacerlo aún más especial: llevar tus peticiones al cielo a través de las oraciones de nuestros pequeños de la fundación. Con corazones valientes y llenos de fe, estos niños, que son verdaderos ángeles en la tierra, serán el puente entre tus intenciones y la gracia divina. No dejes pasar esta oportunidad única de unir tus peticiones a las de ellos y confiar en el poder de la oración compartida.